lunes, 26 de septiembre de 2011

eros

Canción para dos, sonó un día ese nombre y me adueñe de el
Sin buscarte ni soñarte te encontré, pero no por eso dejaste de ser tan necesario desde el día en que llegaste.
Te quise como se quiere a un hermano, pero mi corazón delato otras intenciones, y te viví plenamente
Me embargaron todo menos tus sueños, menos lo que construimos, y te deje entrar
Pui avanti ! a lo que enseñaste, a lo que proyectaste, a tus deseos.
Me desconocí mil veces, me mire al espejo y me vi enamorada con un brillo diferente
Para algunos me arruinaba la vida porque despreciaba todo por lo que luche, para otros hacia lo que sentía y eso bastaba.
Lo que nunca me pregunte fue el ¿cómo? te acepte como innato, innato a mi piel, a mi mente y a mi corazón, te digo algo en secreto jamás ame como te amé a ti
No me importo ni sueños ni ventiscas propias, mire un objetivo (en compose) y si estabas conmigo solo eso bastaba.
Para algunos se llamó a este acto “camicace”, otros lo miraron con envidias y muchos salieron lastimados, pero cuando lo dulce de tu amor me llegaba no me importaba nada más y un recuerdo aprendió a hacerse eterno.
Te sentí llorar, me partía el corazón y no te pude salvar del infierno en el que vivías, te deje caer, me deje caer, miles de veces me sentí vencida por lo que pasó pero recordaba tus palabras, palabras que ame, palabras que las llegue a dibujar en el cielo y volvía a la lucha.
Así nos atormentamos, así nos disfrutamos y nos amamos hasta que cuatros se metieron entre dos, no lo pudimos salvar.
Espere pacientemente que me lucharas que me defendieras, que arrancaras todo ese mal pero nunca sucedió, mientras intente esperarte encontré mis dudas, tus dudas, al final me derroco la Soledad.
Pedí al Demeter una cita, solo quise un momento a solas contigo mi ángel perdido, para decirte que la felicidad que no tuvimos la deposito en la manos de esa diosa y que te la regale a ti.
Me respondió un si con abstinencia de gesto, a cambio me dejo el corazón seco me volvió a mi estado original.
Hoy somos Mi desesperanza- mi desierto –mis demonios- y la frialdad que tanto criticaste perfecta combinación para reinventar mi castillo helado una vez más.