la nieve cae, mi corazon desespera

Salta se ve tan hermosa bajo nieve
Salta arremete contra el frió y se despoja de su armadura
Salta linda ciudad de calles y lagos escarchados
Muñecos en veredas, risas en plazas, camino sobre ella.
Nieve y más nieve, deseo, angustia, temores
Todas las caras algo reflejan
No hay sala que te contenga.
Invierno que no acaba, café en la esquina
Y de nuevo una a una, mirada helada.
No hay ropa que te abrigue no hay lugar donde resguardarse.
Salta mi pequeña perla, lugar donde crecí
Ni tus cantos ni tus flores, se ven tan adornados como tu nieve
Verídico el diario te da como el lugar mas helado del norte
Y yo presiento que aun así seguirás varios días más.

El recibir y dar tiempo con los amigos

Capitúlo aparte, decía un amigo cuando le preguntaba de su resentimiento por el amor
Esquivaba mas la pregunta y mas me empeñaba en saber porque dolía tanto
Me miraba con sus ojos apesumbrados y yo solo notaba como lloraba en su interior
Mi pregunta no tenia razón de ser para el
En cambio para mi significaba saber el porque,
Yo quería descubrir aquella lágrima onda que rodeaba su corazón
Pregúntame otra cosa, le oí decir
No ves que no quiero saber más de ella
No ves que he llorado ya lo que tenía que llorar.
No atine más que, pero no deje la pregunta atrás
Le dije a voz arrugada que no confías en mí
El me dijo no es eso solo necesito tiempo
Tiempo de amigos, tiempo entre amigos
Volví a mi voz original y le pregunte
¿Amigo quieres contarme?
Ante mi insistencia solo dijo quiero, pero aun duele,
Cada palabra, cada gesto que haga seria una herida mas este corazón llagado
Entonces comprendí que mi pregunta era un punzón
Punzón que plantaba en el alma
Mi amigo dije lo siento, pero el me dijo solo las olas
No comprendí eso de solo las olas,
Pero lo mire y dije una incoherencia mas absurda aun
Solo el mar, solo un mar para ti
Se río y me dijo no necesito un mar, solo necesito una ola
Que barra todo aquello.
Yo dije un mar que tranquilice y calme tu resentimiento
Terminamos esa noche la conversación con la clásica música
Del bar de la esquina
Nos miramos y solo sonreimos.
Escribí entonces en un pedazo de piso así es el dar y recibir tiempo
Entre los mejores amigos.